a su casa chorreando
sua v dando diente con “diente.
tuvo que meterse en cama y arro-
A 1 1 1
aree hasta la cabeza con dos mans
| | 1”. No-acertaba a hablar del mis«
que sentia y sus negros
y
' o ; E , 4 ” 0 .
| ojos reluctan como dos hogueras In-
ne lo que te ha pasado y quién te ha moja-
ido—. ¿Quieres decírmelo para be=
, copa de anís?
una
mana se
' que tú. Tú no sabes de-
po e
an nel viosa, no quiso
a calentar una olla de agus