LA LEY DEL AMOR 1133
chófer sacaba unas herramientas y ge ponía a arreglar una
avería imaginaria.
—¿(QJué pasa en Málaga?—dijo humoristicamente cl sorge
no-—, ¿Se ha roto algo?
1] depósito, que se sale mintió el chófer, que no apar.
taba su mirada del doctor.
¡(Qué bichos éstos cuando "Ponen tontos! ¡A má que me
den un jaco o un borrico!
Y el nocturno guardián siguió su camino sin tratar de DIO+
lestar al médico. pos
—Bien. Aquí te dejo. No te digo más de lo que te he dicho,
Y poco a poco fué desapartciendo ebtre las sombras de la
noche,
»
Marchaba con Paso BOguro y 10 tardó én llegar a la entlo
. de Poledo,
Muy pronto estuvo en la del Rollo,
“Quiero ver a Manue]- iba Imonologando—, No quiero to-
nerle abandonado. Es mi hermano, y nó se To merece,”
Y como hombre que no teme ni' tiene nada que temer so
acercó.a la puerta y dió en ella un sonoro aldabonazo,
Muy pocó esperó, pues a los Pocos momentos sintió que
descorrían el cerrojo y abrían la puerta, destacándose en e
umbral la rizada cabeza del mulato,
—¡Ah!—exclanió al vés quién era el que llamápa—, No lo
esperaba a su merted.
Don Juan entró, y después de dar las buenas noches cerró
la Puerta y estudriñó por la mirilla,
Ni un alma se veía por la estrecha calle, y se retiró.
—¿Qué hay ?—le preguntó a Jeromo-., ¿No tienes nada que
contarme?
—Nada. señor