1204 LAURO LAURI
dré que disimular mucho para
Ch ini alma.”
quo no vote el coraje que late
Isabel, la bella hungarita, al verle hondaménte abisinado,
creyó que estaba arrepentido de haberles ofreci
—¿Qué le sucede, señor?—
hemos hecho,
lo dinero,
le preguntó—, Nosotros nada le
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- —No cstoy incomodado, manita repuso don Alvaro-—, Tu
esposo y tú sois mis dos mejoros AMmIgor.
- —¿Mo verá trabajar mañana?.
“No. Mañana pienso marcharis Madrid. Ya te veré traba-
jar otro día.
Isabel clavó en el suelo la mirada de sus 0J08 ÑESPOk,
“No tardo en regresar si so marcha-musitó.