LA LEY DEL AMOR 1239
Eno Manuel está durmiendo.en su alcoba—dijo,al' en-
trar en Ja, habitación, totalmente asombrado.
— Bien. No le despiertes Y déjate que duerma. Hista noghe 0)
niañana vendré poraquí: ¿Me oyes? No le digas a él nadas
No, señor. Nada le diré de que ha estudo. aquí su werced,
(Queda con Dios: y sígueme tan fiel, que no lo perderás el
Wa de mañana. :
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SIniendo Ja escalerilla no tardó en pasar al contiguo 11-
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Mueble v salir a la ecaMe disfrazado con un mono azul que sacó
pisar la calle miró en t uvo vano vió a nineún hom-
Wpisar la ecatte miro en torno suvo y no vio a DIA2gUuUn u A
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bre que le hiciera pensar en Adrian: dopete.
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4 (ue inmauletud sentirá Juan! monologó tnientras baja-
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va Doria calle de Toledo en dir 'c1ÓN del puente del mismo
nombre y ¿Qué creerá que me na pisado”
Y elon' estos pensamientos entlamente legó parque dela
Arganzuela.
Mlimistorio de los tres wolpeeiros. dados en el tabique de
Su alcoba también le tenta preocupado.
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“ ¿Andará detrás de mí ése Maldito agente? ¿Será alguno
da dose honbres que cuninan tas demi?
Viró a tres individuos que evaban suámisma dirección y
fe mramquilizó.!
“Ninguno de lostreses Adrián”, se: dijo.
Y ya iba a tomar la-direveión de la tasita cuando vibusalar
211 hombre que estábardeulto detrás de un matorral.
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21duan—exclamo.21 ver que era simo