LA LEY DEL AMOR 1437
que a Mercedes se le había aparecido un niño que le habian
lobado y matado hacía muy pocos días.
—¿Que lo habían matado? ¿Es que está segura de que ha
Muerto?
“Nada puedo decirle sobre ese asunto, señor.
—¿Y no ha tratado usted de ir a casa de“esa doncella? |
—No, señor, porque, como ya le he dicho, nos tachó de espi-
titistas y profirió algunos otros insultos que no merecíamos.
Manuel se apretó la cabeza entre las manos, y así perima-
Meció unos momentos. ¿Estaba Mercedes segura de que Ma-
laespina había matado al niño? ¿Y por qué no se lo había
dicho el día anterior? ¿Se lo habría ocultado para que no ma-
tase a don Alvaro?
Hizo un movimiento de cabeza .como si quisiera ahuyen-
tar los pensamientos que invadían su mente. Si seguía así
terminaría por volverse loco, más loco que había estado,
Iría a ver a Mercedes, y sl ésta le decía que el niño había
Sido muerto por don Alvaro, éste no tardaría muchos días en
Morir,
“Nada de llevar el infanticidio al terreno judicial, Moe
tomaró la justicia por mi mano.”
Y imúrmurando esto se despidió de los artistas.
“Quiero hablar nuevamente con Mercedes”, se dijo mien-
tras se dirigía a la casa del tío Blas.
Muy pronto se halló sentado frente a Mercedes, a la: que
Mterrogó nuevamente sobre lo ocurrido en Casa de los artistas
húngaros.
1
—¿Tú estás segura de que al niño lo ha matado don Alva-
put
le preguntó.
9
—No... No estoy segura de que lo hava matado, nero si de
) | É )
Que él ha sido el ladrón.