1532 LAURO LAUR
—¿ Te da mucha guerra nuestro hijo?-—le preguntó la es-
posa de don Alvaro. EA
—No. Bien poco trabajo es el que me da el ánge] mío
—Quizá se aburra de estar todo el día encerrado.
—Muchas tardes lo saco a pasear, '
—¿Lo quiere esa señora?
VMiuchísimo. Doña Rosa es una señora que, aparte de su
buen corazón, tiene un carácter muy jovial y todo lo que
dice al niño le hace gracia. No pasa día sin que le compre
dulees o bombones, Ayer le compró dos ensaimadas para
merendar.
Hubo un silencio, que:rompió Merceditas.
—Manuel está en los arbolillos y me ha recomendado que
no varde mucho.
Puedes marcharte cuando quieras: mas dile de mi parte
.4 . , J . y r
que os deje pasar. aquí un domingo todo el día.
-—Hablad más alto y no con tanto misterio=—dijo Malaes-
pina en voz alta.
51 hablamos del niño, que anda buscando sus juguetes.»
Búseaselos tí.
Bien, hombre; bien.
Y la asustada y nerviosa Marilina sálió del despacho se-
guida de Mercedes, la cual fué saludada por Elvirita y pot
Margot.
—¿Habéis visto al niño?—interrogólas Marilina al no ver 4
su hijo por allí.
—-Me ha dicho que iba al desván a buscar sus juguetes ,
¿Y estará solo allá arriba?
—No he visto que nadie subiera con gl. ¿Quieré usted que
vaya a buscarle?
%
Te lo agradecerémos—murmuraron a un tiempo Marilina
y Merceditas.