LA LEY DEL AMOR 1621
Al momento salió la gitana Mari Pepa, la cual estaba ha-
ciendo un cesto de mimbre.
—¡ Hombre, el gitano “Señorito”! ¿Qué le trae por aquí a
su merced ?
—¿No está el señor Manuel?
—Hace un momento que ha salido con el “Jeringuilla”,
Mire, está en una de aquellas casas que se ven a lo lejos, en
a taberna. Mi esposo no pisa nifreuna biblioteca.
—Muy bien. Me acercaré a la taberna y nos beberemos una,
jarrita de vino blanco.
Y don Juan sonrió al ver detrás de su abuela a la “Mar.
quesita”.
—Muy bonita, sí; pero muy mala. Ahí la tiene usted, que
ho hace más que componerse.