¿hombre descendió y sacó del ini coche uná
caja de madera de forma alargada,
“Ah! Ya sé lo que es. Lo esperábam ba mismá
gemana.
Y. dirigióse á la habitación de su esposo, al que en ontro
hablando con Tejera.
Me q Jarece que acaba de llegar el ortop: lico con los apar
ratos—le dijo. , j
e ¿Que ya ha Negado?-—inquirió Maiacsp
as de alegría y
Ahí fuera está. Adelante, señor; pase usted. y
El ortopédico 'entró y es la manó que don Alvaro
lo tendía.
Buenos días, señor,
-——Buenos días, manito. “Lodo en e mundo, y 4 lo
mío también le ha llegado el turno,
— Bastante trab ajo me ha costado cons 2ulr Q lo mandar
| sen. No crea que esta clase de aparatos los 'envían así como
. así. Hssta ho tenido que buscar la influencia de un al 11D
! ue está pleado en la Embajada de su p:
' Ad dao es que me sienten bie mo sirvan de
algo. En ese caso todo lo daré por bien empl
¿(Quiere usted que se los pruebe y ver si hay que 10
tocarlos?
¿Ahora mismo. Ya deben saber todos que yy deseando
hacer uso de tales aparatos.
Bien, bien.
Malaespina sentóse en el lecho y al momexz 1 ortop! e
dico sacó de la caja las dos pie riificiales.