LA LEY DEL AMOR 1657
“¿Qué pasa +—Inquirió la, Pepa' al ver tan alterado « su
marido,
—No pasa nada, y tú harás muy bien en eerrar el pico.
51 nome toca el amor propio...
Y .
y
—He dicho que te calles, si no quieres: que se te ponga el
día mal.
Y el “Uñas Cortas” se encaró econ su hija.
—Tú, niña—le preguntó—, ¿qué negocios te traes tú ron
el abuelo?
bag ¿Que vO me tr algo Negoc 108 con el abuelo? No te e Nntiendo,
Papá—repuso María Luisa, poniéndose más encarnada que
Un ramo ev amapolas.
¿No? ¿Qué dinero le han dado al abuelo para que tú quie-
Mas al “Señorito”
—¡Jesús! ¿Quién le ha dicho ese manojito de mentiras?
“Tu mismo abuelo.
-—Mi abuelo no debe estar bien de la cabeza, o haber bew
bido una copita de más ¡Mire que yo coger dinero por quero?
á un hombre!
¿Te ha dicho a ti algo el “Señorito”? Mira que como me
Salgas por malagueñas te meto mañana en las Arrepentidas,
si no me ha dicho casi nada...
-—¡ Y ese casi?... >
-—Nada,.. Que me quiere mucho.... que soy más sulada que
Un palillo de anchoas v más bonita que un billete de mil ve-
Setas...
--Muy poco, ¿eh?
A Y que si a mí.me.Jlaman la “Marquesita”. a él le van a
Poner la corona de marqués.
—Te habrás echado a reír euaudo te lo ha dicho, ¿no es ver-
dad?
Wa ] pr Y
—Me he sop»eido, nada vo4a