LA LEY DEL' AMOR 197
-—Dame el niño y di a este señor que tienen también se=
cuestrado a tu esposo—insistió Mercedes. :
Entonces Marilina acordóse de su esposó y reaccionó.
—¡Mi esposo!-—dijo al sargento—, Este hombré tiene en- .
cerrado a mi esposo hace tres días. ;
j Ante el alboroto y el enorme gentío que se iba reuniéndo
llegó: otra pareja de buardias y el sargento mandó despejar.
—iMárchense de aquí! -dijó=> Al que no obedezta a las
buenas le dais:an culatazo"én las espaldas!
De muy mala gana se fueron alejando los espectadores, a
los semidesnudos' gitanillos, que aumentaban
por momentos, como si brotaran de la tierra,
— ¡Que no le hagan nada al señor Miguel! ¡Que no le-ha-
a + ]
gan nada!
excepción ae
El sargento tenía: cogido: al. gitano por una: solapa y mi-
1 1 ] Mad . ”
raba a las dos denunciantes:
—¿Qué es lo que dicen de este gitano? ¿Que tiene en su
casa un hombre?
mid 90: A 3
—110nen secuestrado a Mi.esposo, al que le piden mucho
dinero por su rescate,
—¡ Miente, señor civil! ¡Miente, miente!
—No miento—protestó Mercedes—. En una habitación de
su casa tienen secuestrado al señor Malaespina.
—Ande—dijo el sargéerito, con imperativo acento, a Migue-
lito el de Antequera—. Sin tratar de huir llévenos a su casa
pata ver si es ciórto lo que dice esta señora.
—-NO 8 ( el Nal Sañ
to, señor sargento. Vanios a mi casa y verá usía
como allí no están inás qué mi esposa y mi hija, que es una
niña de Corta edad.
—¡ Aquella su casa! —señaló con la mano un gitanillo
despeinado.
no hay nada.