LAURO“LAURI
Y gon urgencia, según dice.
-—Arropadme bién y ponedme detrás unos almohadones.
En un momento-le arreglaron la ropa y lá sentaron en la
cama.
-- Que pase--dijo—, que pase ese sañor.
Instantes después entraba el agente, que era el mismo que
ivabía detenido a Navarro por erser que había agredido a Ma-
rilina.
Acto seguido procedió a interrogarla, y Marilina le dijc
que José no le había hecho nada.
o do 'l malls ;
Me accidanté porque me dijo que habían desaparecido una
amiga mía y un hijo suyo, un niño de corta edad.
ga
li-
Mil eracias, señora. Inmediatamente será puesto en
bertad ese hombre.
Y el agente salió del dormitorio después de hacer un res-
petuoso saludo a Marilina
Esta volvió a tenderse sobre la almohada y a los pocos
momentos dormía con un sueño febril.
No serían las cuatro de la tarde cuando legó don Alvaro
Malaespina.
—¿Qué le ha sucedido a la señorita?—inquirió al enterarse
que se había acostado tan temprano.