638 LAURO LAURI
No; mañana, no. Tiene que ser ahora mismo. ¡Mire, sl-
gáme y no. se separe y el
), tratando. de desprenderse de
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la mano del git: ano.
—¡Que es éll ¡Qu está ahí el,hombre que me quité 6 la Ea
¿opeta, el hombre-1e0
-—Tú estás loco,
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no estoy loco, que me 148 Ha J urado desde allí,
mo, lo siguió, y
llenaba la calle llegó
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ante 12 insistencia a
rento que
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abriéndose )J480 entre
frente, a un hombre que tenía la mirada 11J£
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salía del In cendalo, 3
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——¡Manuel. Aracil!--B0 pudo pol menos de exclamar Ma:
laespina. ;
Y 14? ¿Quién eres tú? ¡Ah! Ya sé quién
eres: el marido de lá mujer que yo tanto quería.
arco que un agonizante,
le interrogó en voz baja
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Don Alvaro se puso más
¿Tú querías mucho a Marilina“ —z
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des
8 que les rodeaban.
para que no le oyeran los
” al ladrón que me dió el tiro tengo que 8a0 carlo
ntos di14s,
del subterráyeo donde te tuvo a ti
: loco-—musitó el mejicano,
"daba que está loc
¡Qué pena de hombre
Entonces Manuel se fijó en el “Uñas Cortas”, que estaba
Jn ojos aterrados.
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det is de/don Alvaro y 10 COULLUOA
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Y viendo gue el gitano sas
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urbado—, ¡T'ú eres el que
wemado el hotelito donde estaba
lía corriendo, le siguió, sin que
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