Capítulo LXVI
BL ABUELITO.
anolillo el “Uñas Largas” y su hijo
Rafael, aterrados por la imprevista
llegada del loco, trataron de saltar la
mesa y huir por la puerta del corral,
pero el revólver de Manrique les de-
Luvo.
—¡Quietos! ¡Al que se inueva, le
levanto la tapa de los sesos!
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—¡Bu... bu... bu!l—tartamudeó Rafael, mientras su padre,
con los brazos en alto, se ponía más blanco que la cera.
En aquel mismo instante entró la pareja de guardias, que
en otro taxi había seguido a Manrique.
—¡Dotengan a estos tres inviduos y Mévenlos inmediata-
mente al Juzgado para que declaren ante el juez! Después
regresen, que yo me quedo aquí con don Manuel para realizar
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JUPO SOrvVicio