692 LAURO LAURI
—No quise que mi esposo y tú os matarais, Te quería a ti y
le quería a él: Hoy ya no le quiero.
—¿Y a qué es debido ese cambio en tus sentimientos?
-—Me ha hecho sufrir mucho estos últimos años.
—¿Qué sufrimiento ha sido el tuyo?
—¡¿ Te parece poco no dejarme salir a la callo un solo día
para que no mirara a ningún hombre?
—¿Y siendo tan celoso, tú crees que no vendrá a buscarte
en seguida?
—¡ Naturalmente que lo ereo! Quizá esté
drid.
—¿Y por eso quieres que me inarche yo en seguida?
ya camino de Ma-
—No. Quiero que te marches porque me han dicho que un
agente muy astuto anda detrás de ti, y sé que si caes en poder
de la Justicia morirás ahorcado.
—i¡Ja, ja, ja! Buen agente era mi hijo, y teniendo al ladrón
a su lado no logró atraparlo.
—No le detuvo, pero se volvió loco al saber. que llevaba su
misma sangre.
Don Juan Manuel guardó silencio. ¿No sería mucho mejor
para él huir con Blanca Nieves y vivir con ella en un país
lejano? ¿Y si ella se aburría con él, como se había aburrido
con su esposo?
—Juan Manuel —dijo Blanca Nieves rompiendo el prolon-
gado silencio—, tú hijo no puede quedarse solo en la forma
en que se encuentra,
(Quedará Mercedes a su lado,
——Mercedes es una mujer que sólo tiene su grandeza de
alma,
-——Y gu hermano Juan.
1)
-—¿ Quieres sacrificarle en aras de nuestra dicha: