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LA LEY DEL AMOR 120
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MUI, y tenia que acusar al “Jabato”,
que ] actender a Blanca Nieves.
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gistrado,
——»eñor juez—tartamudeó la angustiada jove 1—, no puedo
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¿Quien se lo impide? 7 ¡Unicese, señorita; está usted
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No, señor, ¡Qué dilema, Di
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la quinta.
Fil juez le hizo una seña; y el mejicano se aproximó a la
y servidor de usia,
» Sin que su acento se alterase lo más mínimo detalló al
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"¿4 Usted no se enteró de nada hasta que esa señora se lo
O, senor. lua que se hallaba en el balcón era doña Blanca
Nieves, Y POr « lla lo $ Lemos NOSOTros,
=—¿Y saben el nombre del autor de la agresión?
NO quiero mentir al señor juer
Y ensun momento relató al magistrado el error que había
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SuItido doña blanca Nieves al creer que el aitor de la agre-