Capítulo LXXVI
ABANDONADO
dijo el “Uñitas”, marchó con el niño
a la casa, donde encontró llorando a
Marilina.
—¿Aún no sabes nada de don Al.
varo?—le preguntó.
—«Que lo tienen detenido injusta-
mente; todo esto es lo que sé. El
nentos se lo han llevado. ¡sto es para volverse na loans.
Msús de Medinaceli! ;
=¿ Y no sabes cuándo los dejarán en libertad?
¡No sé nada, hermana mía; no;sé, no sé...
L- Aquí Jegaban cuando alrióno la puerta de la habitación
entró como una tromba don Alvaro Malaespina.
¡No llores, manita, que no me ha pasado nada!-—-le dijo