LA LEY DEL AMOR 783 >
Na tardó, en telefonear y. envdecir:a Malaespina que no
tardaría en llegar una muchacha.
tita de unos veinte años que-ha: llegado z
hace. poco más de, una semana a-Madrid. y, 4
-——Es una maragal
Don Alvaro no contestó, y sentándose'en una butaca es-
' Transcurrió algo más de: una hora, y ya iba a llamar la
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atención al director de 1a €
neia cuando abrióse la:puerta y,
entró una mujer joven 'euyas mejillas parecían dos manza-
has.
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El de la avencia señaló. a don Alvaro:
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—Aquel señor es el que la necesitas: Arróglese eon él, que yo 4
«quedo al margen. Ñ
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La maragata miró de un modo tímido a Malaespina, y éste y
le dijo'que. la había amado por si quería criar un niño que
no tenía todavía el mes, el cual estaba sin probar alimento
desde .el. día, anterior. y
—El sueldo que le daré será de quinientas pesetas, aparte
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la ropa y una comida sana y abundante. e
Asevtó:la moza, y después de estrechar la mano: que le
tendía el director salió detrás de Malaespina.
Este tomó un taxi en la Puerta de Atocha y con la ma-
) ragata se dirigió a la Quinta dada de,
Marilina les vió llegar desde uno de los balcones, y se
alegró, pues el niño llevaba llorando más de un cuarto de hora, 4d)
Al entrar la maragata don «Alvaro la hizo sentar y le en- P
tregó el niños 157 E
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Un buen rato llevaría dándole el pecho, cuando entro: em M4
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4 la habitación Manolito, el cual batió palmas, jubiloso, al ver a)
di DIGO, 4
Un niño! ¡Un hermano quemé ha traído mamá Ma- $b