356 : LAURO LAURI
-—Ya sabes que el ladrón misterioso viene por aquí algu-
fas noches—le dijo a PBenito—, Tú mismo le viste una noche
saltar por un balcón.
El guarda hizo eon la cabeza un movimiento afirmativo y
sonrió maliciosamente.
Vo ocurrió nada digno de mención aquella noche, ni tara-
soro en la siguiente. Don Alvaro compró un enorme mastín,
al que tenían encerrado durante el día, levándole la comida
a su encierro los dos guardas. Algunas veces se la Mevaba Ma-
laespina,
—Alternando los tres no se arrojará sobr
por la noche nos vea en el jardín.
Y así ocurrió, pues-el animal, en cuanto veía a
,acariciarle,
e nosotros cuando
alguno de
los tres, corría a su encuentro y empezaba 4
“No es mal animal el “Morito”-—se dijo don Alvaro-—. El
sue penetre por la noche en la quinta tiene que mirar bien lo
A a á , ,
que hace.”
Así éra, pues su ladrido parecía el rugido d
le su madriguera y hace huir a las otras
el león cuando
por las noches sale «
fieras de la selva africana.
Y transeurrieron diez días sin que el ladrón misteriosa
1
aparéciese por la quinta.
“Don Juan Manuel debe figurarse que aquí le espero por
las noches bien armado. Quizá:no ignore que tengo un revó!-
ver ametrallador para hacerle fren te.” :
Muchas noches recorría la quinta aco
, y si no lo nacía diariamente era para NO dejar sola 2
mpañado del “Mo-
vito”
Marilina.
Esta seguía muy triste al pensar en gu hijo.
Y “Mercedes le quiere mucho y a su lado no estará mal,
¡lo habrá sacado de Madrid. o estará aquí, oculta con
.
pero
ay