928 LAURO LAURI
Esta idea tranquilizóle, y dirigiéndose a una calle muy,
céntrica se detuvo ante la puerta de una casa de un solo piso,
en la que vivía el payo don Justiano. do:
Moisés dió en la puerta un fuerte aldabonazo y esperó;
mas como tardaban en abrir dió otro más fuerte, Entonces
abrióse un baleoncillo y apareció en él un hombre en mangas
de camis:
ón es?—Iinquirió, ;
+ El gitano acercó su jaca al balconcillo, que estaba a unos
dos metros del suelo, y pudo hablar con el mejor de sus ami»
208,
«—¿No me conoce, don Justiano?
-—¡ Moisés!
Más bajo, don Justiano., Acérquese, ¿Me puede usted
hlquilar un auto de los dos que tiene en el garaje, para: 1le-
varme a mí y a dos amigos?
pe—¿ Ahora mismo?
¡ —No; al amanecer. Me lo. lleva usted ¡a la carretera de Bo"
badilla y allí me espera.
¿No me ocurrirá nada malo?
Nada. Esos dos amigos mios tienen mucho dinero y no le
quedarán a deber nada. Además, yo respondo con mi jaca,
-—-Te aconsejó que te-marches pronto, pues me he enterado
que te audan buscando por lo, del marqués.
——Sí, si; me marcho, ¿Así que al amanecer?
de Bobadilla, frente a la venta: de Archidona. ¿Estamos?
-AMí estaré a esa hora con «ais dos amigos, y quizá tam-
bién con Josita. En cuanto al precio, va le he dicho que ellos
tienen más. dinero que DOSotvos.
Y sin hablar más se. perdió, por, una estrecha calleja, no
tardando en llegar frento a la puerta de la casa de Auroritas
-—Márchate tranquilo, gue u las seis estaré en la carretera .