976 " LAURO LAURI
-—Muy bien, señor.
Y la muchacha salió, no tardando en regresar con una,
sopa numeante, un filete de ternera y Una tortilla de salmón.
Detrás de esto le sirvió una botella de vino de Jerez y dos
naranjas. ;
—Me ha traído usted mucha comida—dijo el marido de
Blantda Nieves—. No me comeré ni la aitad,
No obstante lo dicho, comió bien, y al terminar se tendió
en la cama de su esposa para no dormir y pensar mucho,
Al anochecer entró a despedirse Malaespina.
— Aquí se quedan su esposa y usted como dueños absolutos
de la casa. Me marcho con mi señora a pasar tres días fúera
de Madrid.
—No sé si me encontraré aquí cuando regresen—arguyó es.
trechando la mano que don Alvaro le tendía.
—Y usted que mejore de su herida y halle pronto a los la-
drones que le despojaron de lo suyo.
Y don Alvaro salió, dejando solo, abismado y silencioso,
a don Jacobo Armengol,