2936 LAURO 'LAURI
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La: eriada so marchó! a por la jaula, y “Tejorita” cerró la
puerta de la! alcoba para que no sé escapára'el vato,
ti Va está el Morrongo” «en la talega!””, musitó.
Josefina volvió al instante con la jala,
Aquí la tiene usted, señor Tejera:
-—Abre la puerta de ella para meter al gato,
—i(Qhtévsideal ¿da.., ja!
—No.es mía; sino de don «Alvaro.
—¡Ja..., ja..., ja! ¡Don Alvaro debe de estar loco! ¿Mira que
encerrar el gato como si fuera un jilguero!
—Hagamos- Jo que: él quiere, pues está muy enfurecido,
—i fuita; hombre! ¡Yo,temo más a uh gato quesa un perro!
“Tejerita” entró en la alcoba y cerró la puerta tras de sí
Hecho esto se arrodilló y miró debajo dela cama.
il:gato; que estaba: en el último:rincón, dióvun enorme
bufido.
Tejera, temiendo que se le tirara encima y le sacara 105
oJos,"se envolvió la eabeza con la sábana de la cama de Jo-
sefina y, se-arrastró para alcanzar al animal.
No tardó en cogerlo por el cuelló y tirar de 6l hasta sa-
carle de debajo de la cama,
¿lb felino, eonvulso,:le arañó en una mano,
(Que te ahogo! —le dijo, oprimiéndole el cuello econ gran
fuerza.
(Juitóse la sábaña de la' cabeza y abrió la puerta de la
alcoba.
En el suelo se hallaba la jaula, y en lo último del pasillo,
Josefina.
—¡Tienes que entrar a la fuerza! —le dijo al gato, el cual se
negaba a meter la cabeza por la puerta de la jaula, Henando
de arañazos la mano de Tejera.