TAURO LAURI 
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—¿Acaso yo soy"rico? 
0 aro! ¡Hace tres días que te compraste uma ce 
—¡Bah! Una camisa vale poco dinero: peró cam 
umisa! 
hiemos la 
conversación... 
—¿Y qué se te ofrece? 
- —Que este señor necesi 
tuya. Tú dirás lo que quieres por ella, 
—Quiero, ante todo, que la vea y juzgue lo que 
ta uña jaca, y mo he acordado de la 
valo el ant 
mal. 
0 miró en 
¡ue era Manolillo el “Uñas Largas” 
tenía 
¿Y el gitano, ( 
la casa y no tardó en salir montado en una jaca que 
$» . " pr 
más de veinte años. 
—¿Qué le parece el ea -. ¿A que todo el di- 
nero que le pida por ella le va a parecer. una pa ya de : prroz? 
Mauricio hizo una mueca definida y be a] “Mala” 
sanegro”. 
Mí oros el que tienes que entenderte con 6l—lo dijo 
no entiendo mucho de estas cosas. 
—Muy bien. ¿Cuánto dinero quieres por ella, Manolilo? 
pad » , A 0, 
El sitano se llevó una mano a la nuca y empezo a rascate 
“Malasangre” le guiñó los ojos alternativamente. 
bd dinero quieres?— insistió. 
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“Aún no me lo ha alch yeso a trino te imteresd 
Es que si fuerá tico ho te pe liría tan poco dinero. 
Tienes que hacer una rebaja... 
o 
Y 
— ¿Y qué rebaja quieres! ; 
—Unas cuarenta pesetas. No te doy m diez céntimos má” 
ra pedido 
-- -Bueno, accedo por A Y tú De ser otro li hubi 
mil pesetas,