Full text: [2] (2)

LA LEY DEL AMOR 3067 
Don Juan, al verle en aquel estado, salió de la habitación. 
Rosita. 
sentada. 
en eambio, no se movió de la silla donde se hallaba 
+ Después de aquel sileneio Manolito miró con incoheren- 
“IS en torno suyo. 
¿Y mi tío?—preguntóle de pronto a la japonesita—. ¿Ne 
a Marchado mi tío Juan? 
—Hace un poco que salió de esta habitación. 
—¿Y me ha dejado solo? 
TMe tienes a mí, que no te abandono... Y si tú QUISICrAas... 
—¿Qué? 
TMe marcharía contigo a España para que no hicieras el 
Viaje solo. 
TMuy bien—dijo don Juan Aracil entrando en aquel ins- 
tante en la habitación—, Me parece muy bien que quieras 
Marcharte con Manolito. Aceedo a ello para tranquilidad 
Mía, : 
Manolito también accedió, v al día siguiente su tío Juan 
*iCÓ el pasaje para la bella japonesita. 
Acto seguido se dirigió a hospital y pidió la excedencia 
Bor un 
tr 
año. 
Pranseurrido el año, pediré otro sl quiero 
tiendo 
segulr resi- 
en la Misión.” 
Y del hospital regresó a su casa, donde se puso a arreglar 
unos documentos. 
“¡Quién pudiera ir a Españe' y permanecer allí aunque 
MO fueran más que tres días!” . 
Aquella noche no logró conciliar el sueño. ¡Cuántas des 
Sacias le habían sucedido en do: días! 
T. . " r y 
Un pensamiento comenzó a aterrarse a su mente: no re- 
DlbOG y ME da . q 
S'esar de la Misión y hacer la vida de aquellos abnee: 
Vivi 
ados y 
Osos misioneros,
	        
© 2007 - | IAI SPK
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.