Capítulo CXXVIN
EL ABUELO
usquemos a Isabel, la hija bastarda
de don Alvaro y la hallaremos en la
Quinta de la Fe, hablando en su des-
pacho con Jordán. Este es el único
de los antiguos servidores que queda
en la casa, ya que Tejera y las don-
cellas se marcharon a los pocos días
del fallecimiento del señor.
Jordán accedió a los ruegos de la muchacha y se quedó en
la quinta.
Isabel, a la que sentaba muy bien el luto, hacía un jersey
ton dos largas agujas. Jordán leía una novela. Anocheéía y
log jardineros y los hortelanos ya habían terminado su tra-
bajo, no tardando en abandonar la finca. Cuando salió el últi-
Mo el guarda cerró la puerta del jardín.