Capitulo CXXIX
EL ROBO DE LA MULA
«holillo el “Uñas Largas” tuvo que
heber agua en el estanque y tomar
alientos para poder seguir su narra-.
ción. Jordán le escuchaba con cierta
sonrisa de ironía en los labios,
Ls
—Bien—prosiguió el gitano—. El
civil entró en mi casa y sin decir pa-
£éH labra la registró de cabo a rabo. Miró
0 JUAS
E cuadra, en el baúl, debajo de la cama... me registró los
0
sillos y por último me agarró por el pescuezo.
>i¡Up minuto tienes
de tiempo para decirme dónde tienes
“ond
ida la mula! —me dijo de mal talante,
Me quedé más blanco que el requesón de Miraflores, Yo
0 uería desprender me del animal; pero como todo el barrio
bo que no es mío..