Capítulo CXXXIV
EL AGUA'CERO
ientras en Madrid transcurre la luna
de miel de Manuel Aracil y Mari-
, linay y las tres muchachitas corren
por el parque de la quinta, nosotros
vamos a-trasladarnos a las Misiones
e Indochina, donde se hallan, con
Fray "Bernardo y otros tres misione-
A ros, don Juan y Merceditas, a la que
llaman en todo el país la “Madre” de los indios,
Si ella era la madre, don Juan, arrepentido de sus pasa-
dos errores, era el padre, amén de ser el médico del cuerpo, lo
mismo que Fray Bernardo era el médico de las almas.
Don Juan, que tenía todo su dinero depositado en un Ban-
co de Saigón, había mandado un millón de pesetas al Hos-
pital Provincial de
%
Madrid, y el resto, lo mismo que la cuan-