Full text: [2] (2)

Capítulo CXI 
LA TRISTEZA DE MARITINA 
arilina notó en Abelín cierto desvió 
y en seguida se figuró su Causa. El 
joven la quería y estaba celoso de 
Adolfito. 
“Muy agradecida; pero yo, PY 
el solo hecho de haberme regalado 
la medalla, no puedo corresponder ? ' 
¡1 
su amor. Mi papá se opondría y qu 
zá mo recluiría en un convento en cuanto se enterara. A [| 
él le despediría de la quinta y a mamá la reñiría.” 
Tros días estuvo sin bajar al jardín, pero una noche, Y 
eso de las diez, creyéndole acostado, bajó al jardín y se di- t 
rigió al pasoo de los álamos, acompañada de Rosita de Te- 
—¡Qué noche más hermosa! No hace frío. 
—No lo hace, no—repuso la japonegita—. Yo no me h 
puesto el abrigo. 
Se pusieron a hablar, la una de la Indochina y la otró
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.