Full text: [2] (2)

LA LEY DEL AMO! 3229 
—No te apures, mamá—le dijo Adolfito. 
—iNo he de apurarme, hijo mío! ¡Si eran de mi madre, 
Y las arra adas, de mi abuela! 
Y rompió a llorar con un hipo nervioso. 
—i¡No llores!-—le dijo don Adolfo. 
Manolito, mientras hablaban, salió y contó a su hermana 
Ya Rosita de Té lo ocurrido en casa de don Adolfo. 
—=Se ha Nevado las alhajas de doña Margot y quería lle» 
Varsesel dinero que tenían en la caja. ¡Si la llega a desce- 
Wajar se lleva medio millón! 
— ¡Qué horror! ¿Y Adolfito? ¿Qué hace Adolfito? 
TArriba, hablando -con sus padres. No tardará: en bajar 
Dara llevarnos a la quinta, 
HNo, no; que, se quede. Nosotros nos podemos marchar 
Mun taxi, 
Te lo diré, 
e 
DI, SÍ: 
; díselo, y que baje Merceditas. 
- Manolito volvió a entrar en la casa, y Marilina y tiu0- 
Vta de Té saltaron al suelo desde el interior del auto, 
No tardaron en bajar Manolito y Adolfo; este último 
lba muy disgustado. 
TQue no, Adolfo—decíale Manolito—. Nosotros nos mar- 
haremos en un tax1. Tú quédate al lado de tus padres, 
TMis padres ya están más tranquilos, y yo no tardaré en 
'Brosar ni un cuarto de hora. . 
ÑO, hombre; no—insistió el joven Aracil. 
Te digo que sí. ¡Hala! Subid todos, que 0s voy a llevar 
la quinta. 
Así lo hicj 
on, y Adolfo puso el auto a toda marcha. 
Doña M seguía Morando por la pérdida de sus al. 
Was, y don Atolfo se hallaba. muy irritado.
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.