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LA LEY DEL AMOR 1977
—Buenas hoches—le saludó—. ¿Es aquí donde vive un se-
for que se llama don Abel?
—¿Don Abel Martínez?
—Si, señor.
—¿ Quiere usted decirme si me recibirá para darle un recado
de mis tíos los de Motilla del Palancar?.
—No, señor. Don Abel no recibe por la noche.
—¡Mecachis en un repollo! Y yo que le traía estos pollos de
parte de mis tíos... j
—$i usted quiere puede dejarlos, que mañana se los entre-
garé.
—¡No he de querer! Y le quedo muy agradecido.
Y diciendo esto se descolgó del hombro las dos aves y su
dejó en el suelo.
—Aquí le dejo la pareja de pollos, y le dice que dispense la
molestia del regalo.
—¿Y de parte de quién le digo que es el regalo?
—Le dice que de parte de sus tíos de Motilla. El ya sane
quiénes son, ]
-—Muy bien, señ
—Quede usted con Dios, y hasta otro día.