LA LEY DEL AMOR 3265
—¡Mira si te pudieras llevar a su otro hijo, qué favor más
grande nos hacias!
Y en un momento contó algo de lo que había oído refe-
tir de Abelín,
Mercedes la escuchaba con gran atención, y le dió 1mu-
cha pena sáber que tal joven tuviera tan malos instintos.
<Recordarás que una de sus primeras hazañas fué robar la
tartera a su padre, a los pocos días de regresar éste de La
Habana.
Mercedes hizo con la cabeza un movimiento afirmativo.
Blanta Nieves había muerto de pena a causa de la conducta
de:su hijo, al que habían tenido que echar de su propia casa
Por no poderle soportar. No se'le olvidaba que había ro-
bado una gran cantidad de dinero que tenía su padre en la
Mesa de. su despacho.
Marilina, que ya se había enterado de los sucesos re-
cientes, no Je ocultó que hacía tres días le había querido ma-
tar Manolito por insultarla, y que si no lo había hecho fué
Por llegar tan: a tiempo Manuel, el cual tenía un gran dis-
gusto por la conducta de su hermano.
El mejor día le detienen, y figúrate en la situación que
Vamos a quedar nosotros si dice que le hemos tenido más de
Un mes en la quinta. Manuel hizo muy mal en traérselo sin
decirme a mi nada. Yo ignoraba que era él cuando regaló una
Medalla a mi hija Marilina.
Mercedes miró a la joven y vió que ésta se hallaba ex-
tremadamente sofocada. ¿Querría la mocita al aventurero
Abelín?
—¡Si le pudiera llevar a aquellas tierras y tenerle tres O
cuatro años: entre los- misioneros! De allí volvería hecho un
hombre, y no se perdería su alma, que es lo que tenemos que
Evitar. '
La Ley del Amor - Folletín, Cuad. 225