LA LEY DEL AMOR 3341
“Me quedaría arruinado si hubieran llegado las llamas
al baúl Aunque las llamas sean muy grandes tengo que sal-
Var el dinero,”
Pensando esto llegó a las alamedas, y entonces pudo ver
Me el incendio devoraba todo el edificio. Una densa huma-
leda lo envolvía, y junto a él había tres o cuatro hombres que
WTataban de apagar las llamas arrojando sobre ellas eubos de
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Abelín llegó al arbolillo donde siempre dejaba la barca y
YO que no estaba. Al instante se figuró que los hombres que
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$8 hal] iban apagando el incendio 1a habían cogido parla llegar
Wa otra parte, Empezó a llamarles, pero ocupados en su ta-
lea no lieron cuenta y siguieron arrojando cubos de agua
Sobre las llamas que amenazaban devorar todo el edificio, del
Me únicamente se podría salvar los muros de piedra. Abelín
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volvia loco, y por último, después de muchos gritos, uno
los hombres le vió, y dejando en el suelo el cubo, saltó
a barquiehuela y remó con gran fuerza.
gar a la orilla acercó con gran pericia la bares» donde
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BUDA in, y éste pronto saltó. a su interior, interrogando
Al labriego con la mirada.
da la casa es una hoguera y no sé si se podrá: salvar
gún mueble, ¡Qué pena, con las cosas de valor que hay den-
Nosotros no hemos podido hacer más de lo que está
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Pronto saltó a tierra, donde no tardaron en rociearle los
Intentar entrar en la casa era un suicidio; puesto que
“0mo le habían dicho, era una inmehsa hoguera. Ya no'po-
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rían pedir auxilio a "Talavera, porque cuando llegasen serían
Meficaces. Además aquella casa tenía tan mala fama que en