Capítulo CLXXX
LA MUERTE DE ABELIN
ras de quince dias de bajar al sóta-
no donde tenían encerrado al moro,
Mercedes pudo ganar su alma.
Un día, que le estaba contando la
muerte de Jesús, en el momento que
llegó: de la narración a las palabras:
“Hijo, ahí tienes a tu Madre”, el
moro se llevó una mano a los ojos Y
se limpió unas lágrimas que se deslizaban por sus tostadas
mejillas. El dolor de Jesucristo, viendo llórar a su Madre, le
hizo llorar a él,
—(Quiero bautizarme para adorar a tu Dios, que deseo ses
,
]
Ñ
10,
también el mío—articu
Al día siguiente fúé bautizado por uno de.los misionero?:
En la pila del bartismo se le impuso el nombre de Jesús de
las: Mercedes.