LAURO LAURI
ron a dar parte a la Justicia, no tardando en llegar un juez
con su secretario, un médico y varios guardias. El médico nO
pudo hacer más que certificar la muerte del ocupante del 00-
chea quién se le encontró una cartera, por la que se supo qué
se llamaba don Marceliano Trasorras, el cual habitaba en un
pueblo muy importante del Estado de Jalapa.
ET juez mandó buscar una ambulancia para que lo lle-
vara a su pueblo y fuese enterrado allí.
No quisieron ni nadie tuvo interés en indagar aquel caso,
y alos dos días fué enterrado, sin que su muerte se atribuyerá
a ningún maleante, ya que.en la cartera habían encontrado
intactos todos los billetes que había sacado de su casa hacía
dos dia
Cónto quiera que el lugar desde donde Alvarito disparó $0”
bre el perseguidor de Marisa estaba separado del en que el
auto que los condujo había parado, el chófer cuyos servicl0$
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les había prestado tampoco se enteró de nada,
Así, pués, aquel suceso había quedado ignorado por todos,
hasta por el propio Gastón, y a los dos días tomaban el tren
Alvarito y la bella Marisa.