Capítulo COVI!
LADMARQUESITA”
a “Marquesita”, tras de recorrer con
su amante algunos países america-
nos, sintió el amor de su tierra y le
rogó que sentaran sus reales en Ma-
drid, que, como no ignoraba, era una
ciudad muy bonita, que no tenía qué
envidiar nada a Roma ni a las demás
eudades exTopeas.
Antonelli no se negó a ello, y una mañana ge embarcaroN
en una motonave con rumbo a España, tardando muy pocos
dí: y en Hegar.
María Luisa sufrió durante la travesía varios mareof
que atribuyó al mal estado del mar; pero un día se dió cuenta
de que no tardaría en ser madre, cosa que no hizo mucha
gracia a su amante.
—Un hijo causa muchos sinsabores y más de una moles”