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padres de Sor Marilina: de Jesús, pues éste era. el nombre de
la monjita que tanto las quería,
Manuel y su esposa: abrieron los paquetes y empezaron
a repartir lo: queen ellos llevaban, bocadillos dé jamón, pas-
teles; tortas, «galletas y hasta-hombones. Unas se lo.comían
inmediatamente. y otras: se lo guardaban .en unas bolsitas
que había colgadas en el respaldo del sillón. Manuel se fijó
ensuna de-lás asiladas que debía. de tener. cerca. de. log cien
años y observó que vestía, riguroso luto, como si se le-hubiera
muerto aleín-ser querido: En. sus arrugadas mejillas se veían
las huellas. del Jlanto y. en sus ojos las. del más hondo dolor.
¿Quién se le ha muerto, 'abuolita?-—-la interrogó Mientras
le acariciaba las mejillas como lo hubiera podido haner con
su misma madre,
—»Mi hijo, Antoñito—musitó—, Mi hijo. que-era el ¡último
deJos:oebo..que he, tenido. He pasado el mayor. dolor que
puede pasar una madre. ocho veces, hijo.mío. Que no tenga
usted nunca ese dolor.
La.peaucña Marilina, que se había acercado a escuchar lo
que Hableban, acarició también. a la abuelita. y muy amable
la reprendió.
—¿Vo,le herdieho a usted que no debe.de Jorartanto? ¿No
le he dieho también que;u hijo.estará ya al. lado del Señor,
y.que.usted tendrá.la dicha: de. verla. el día que,le llegue su
hora? Rece nucho.para, que: Dios la Meve:asu lado y.ya verá
qué contenta se pone ese día. Si aquí es muy poco tiemposel
que nos tiene Dios, abuelita, Si muestra patria está allá arriba.
Y la. monjita señaló. eon.la. mano a tun: balcón, a través
del. cual..se. veía, sin una-sola.aube,-el infinito. azul.