LA LEY: DEL:AMOR : 2031
may?
—Ni te despedirás, puesto que ya no hay tiempo para nada,
Araeilemiró su reloj y tendió una mano a Aurorina,
Muchas gr
drid.
-¡Que'sea pronto, para ver a la niña!...
qn Da PA
por todo y hasta que volvamos por: Mas
Y 'eogiéndola de los brazos de Marilina la beso con anuon
maternal, :
“Traiga que le dé el pecho antes de irme,
=—Si; dáselo por última vez...
Aurotina acarició a la niña y la amamantó. Acto seguido
la devolvió a Marilina, no sin antes besarla nuevamente.
“Me marcho—dijo, lanzando una mirada significativa Y
Manuel.
—Sí, sí; márchate, que nosotros no tardaremos en salir,
Y la acompañó hasta la puerta, diciéndole que quisiera
mucho a la huerfanita.
-—Se la he dejado a una señora amiga mía-—dijo—. Hasta
que Dios quiera, don Manuel,
Y bajó la escalera. Manuel entró nuevamente en la sala y;
besó muy fuerte a doña Rosa
-—Que Dios os dé mucha suerte, queridos míos. Buscad a mi
hijo, que lleva diez años por allí.
Jeromo cogió la maleta a Manuel y se adelantó a buscar
un taxi. En él subieron todos, S
—Al aeropuerto de Barajas, pronto—dijo Aracil.
-—Muy bien—contestó el chófer, poniendo el coche en mars
echa en la calle de Alcalá,
ina, al pasar frente al “Jardín de las Tullerías”, lanzó
una rápida mirada. AMí-la habían tratado muy bien y allí
dur 4
Í
quedaba la mujer que por salvarla a ella había pasado por
1
cha y entrando como una fle:
de su hijo.
e
No la he querido como ella se merece—musitó.