LA LEY DEL AMOR 2111
“Tendré que eliminar al “Bebesangre”-=meditó—, Ten-
dré que eliminarle sí quiero que los indios me respeten,”
Y tras estos pensamientos empezó a buscar en su mente
una forma de eliminarle sin dejar huellas.
“¡ Ah!—díjose de pronto—. ¡Ya está!”
Y sus ojos brillaron como dos hogueras infernales,
“¡Te quedan muy pocos días de vida, “Bebesangre-, ar«
ticuló.
Levantóse y empezó a pasear por entre los matorrales que
se desarrollaban en la cima del Cerro del Diablo,
Hallábase inquieto y nervioso, y de haberse dejado llevar
de sis impulsos hubiera matado en el acto al “Bebesangre”,
Abismado en esta idea no paraba de mover la cabeza a
derecha e izquierda. La mayor parte de los indios le miraban
y hablaban entre sí. En uno de los grupos se hallaba el “Bes
besangre”.
“Aguila Blanca” se dirigió a él,
—¿Qué hablas?—le preguntó—. ¿Es, acaso, del “Jaguar” Z
—No-—repuso en tono seco el azteca—. Hablamos de due nos
£
debemos marchar a las montañas. Aquí estamos mal
«—Y allí os moriréis de hambre.
“Allí hay terneros y agua por todas partes.
Y aquí hay dinero. »
—¿ Y dónde está?
- El “Jaguar” ha ido al Banco de Mejico a por cl, y mañana
lo tracrá,
El “Bebesangro” hizo una mueca de desconfianza que hizo
morderse los labios a “Aguila Blanca”,
—¿Qué tienes tú que alegar en contra del “Jaguar”? ¿Tú
hubieras hecho lo que ¿1?
—Y mucho más—dijo despreciativamente el “*Bebesangre”.,
“Tú no hubieras pasado de Jalapa.