Full text: [2] (2)

LA LEY DEL AMOR 2139 
Manolito le contó lo ocurrido con todo género de detalles, 
y tal fuego puso en su relato que Marilina no osó reñirle, 
Al día siguiente Manuel acompañó a su hijo hasta la 
puerta de la Escuela de Medicina. 
—¡Que no quiero jaleos, Manolito!—le advirtió al llegar a 
la puerta. 
—Márchate tranquilo, papá. No temas, que no volverá a 
ocurrir. y 
Y le sonrió. Manuel se dirigió a buen paso a su casa, donde 
ya había más de veinte enfermos deseando verle entrar. 
Algo más de las doce serían cuando terminó, y pasó al 
despachito de Marilina. 
—¿Y el niño?—le interrogó. 
«—No temas. Tu hijo es muy formal,
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.