Full text: [2] (2)

2236 LAURO LAURI 
—No son nada-—afirmó Manuel—, Puedo asegurarie que 
la pequeña Mari no es hija mía. 
--Tú mira a las dos y dime si se puede creer lo que dices. 
Manuel, después de hacer un gesto indefinido, sonrió, ya 
que le agradaba que creyeran que la hija de don Alvaro lo 
era suya. 
—Ignoraba—dijo—que tú tuvieras una hija. ¿Quién es su 
madre? 
—Una mejicana que ya ha muerto-—mintió don Juan. 
Manuel miró a la “hija” de su hermano y vió que lucía 
un “maillot” negro y que tenía gran semejanza en el tipo, en 
las facciones del rostro y en los ademanes con la pequeña 
Marilina. 
¿Qué era aquello? Manolito se acercaba a la muchacha y. 
le estrechaba la mano como si fueran dos antiguos amigos. 
Don Juan, al que también le amó mucho la atención, 
miró sorprendido a su hermano. 
—¿Es que tu hijo conoce a mi niña?—le preguntó. 
—No, que yo sepa. 
—¿No has visto cómo se han estrechado la mano y están 
hablando los tres? 
-—Y me ha llamado la atención. 
——Fllos nos lo explicarán cuando salgan del agua, que creo 
no tardarán, pues ya llevan mucho rato dentro, 
No se equivocó don Juan, pues a los pocos momentos 
vieron como los tres se dirigían a la roca donde estaban sen- 
tados los dos hermanos. 
“Creo que a la niña Isabel no se le olvidará que hemos 
quedado en que ha de hacerse pasar como hija mía”, musitó. 
Y vió como la niña se aproximaba a él, más encarnada 
que un ramo de amapolas.
	        
Waiting...

Note to user

Dear user,

In response to current developments in the web technology used by the Goobi viewer, the software no longer supports your browser.

Please use one of the following browsers to display this page correctly.

Thank you.