LAURO LAUR
-—¡Hombre, allí. está, el mejor; de mis amigos! Aquel que
está a la puerta de la taberna:es Benito el “Tumbón”.
Tejera miró al que le señalaba Jeremías y-vió que era un
mulato.de unos cuarenta años, con 'más tipo de maleante que
de hombre formal.
—¡ Buenos días!-<le saludó Jerémías—. ¿Qué haces tú aquí?
—Mira tú; aguardar.a que llegue la noche para luego espe=
rar a que llegue el día
—Buen oficio.
Muy parecido. al tuyo-——dijo ento, al mismo t1e mpo, que
miraba de un modo interrogante al criado de Mal laespina.:
Jeremías se dió cuenta; de ello y le dijo:
—Aquí es un señorito que nos quiere hablar para hacer en»
tre los tres un negocio...
—(kJue hable lo que quiera. Ahora no tengo nada que hacer.
"Aquí no puedo decir ni esta boca. es mía. Entremos, y:que
en un cuarto que tenga una puertecita de madera nos sirvan
algo que nos alegre,
Muy bien dicho, Un hombre triste no sirve más que para
llorar.
Y entraron los tres. en. la taberna, dirigiéndose aun tuar-
tito que había a la derecha,
Un mozo les sirvió una botella de aguardiente de caña,