BY
JEL AMOR 2479
1e la lógica del muchacho, quedó unos momen-
no es el delincuente, señor juez-—arguyó don
Indudablemente que fué al
guno de los otros
's, quien después de encontrarse en el suelo la
le quedarse con el dinero, la puso en el bolsillo
Yo. al sentar 1
16 a Comer, me tabla quitado la chaqueta y
ejado colgada en la rama de un árbol,
la había
sr DA MITA
'O 11
arguyó don Ma
fede econ la verdad
erdad-—. Al llegar a mi lado recuerdo que iba
liano, tratando de de-
en ma
Y] Sl (
El juez, ante tanta prueba en favor de Manolito empezó
adudar de que fuera culpable
LU
—¿Qué me-dice usted, 'señor Ruiz?-=preguntó al Sargento
de la Be JeMEéTrITa,
- sido el ladrón uo hubiera tenido encima la
tl, que estaba en la contigua habitación, apare-
;
' Puerta y acercose al Juez,
Señor juez, un señor que dice llamarse don Manuel Arag-
Ubica y ñ | E pi e 1 A
“(Jue pa 1jo el maegistrado——, Ve
figuro quién será,
=IVL1 Paclre 1sitó el mozo, mirando hacia la puerta, por la
Que no rdó en asomar el doctor.
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¡SUO udo-con el imayor respeto al juez, el cual le infor-
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iubiera llevado la cartera encima.