LA LEY DEL AMOR 2505
tos chavales los cuales tomaron por asalto la mesa con todo lo
que había en celia. Tres o cuatro rodaron por el suelo: tirones
de pelo, mordiscos, arañazos, imsultos, gritos...
-—¡ Todos a la calle! ¡Maldito esa el queso manchego!--— dijo
el “Uñas Cortas”
Y viendo: que no iban a dejar nada, empezó a palos con
todos ; pero, por más que hIZO, la mea quedó más limpia que
el día que la hicieron,
-—¡ Vamos! ¡Que no han dejado ni una miga!
—131 hambre es mala—dija Maripepa.
“¿Que es mala? Peor va a ser el estacazo que le voy a der a
uno en la cabeza.
Y salió tras ellos a la calle.
“¡No! ¡Si no me hacéis correr! —griió, echando saliva por
la hoea y moviendo el palo ex distintas dibecciones.
Y. entró en su casa nás quemado que uba madera en la ,
hoguera.
—¡ Ay mi madre, en enanto coja a uno: por el cuello! Le voy
a 'sacal un palmo de lengua.
-— Yoma, bebe y serénate. Es lo único que he podido salvar
del asálio.
Y le dió el jarro del vino, al que aún seguía abrazado
Para evitar que se'lo quitasen sus nietos,
Rafael bebió un gran trago.
-—¡Me bebería la sangre de esos malditos como si fuera
aguardiente! ;
—No seas antropótago, Rafael. Me tranquiliza el saber que
Mo tienes más «que uh pronto y que deniro de una hora los
Pecibirás con los brazos abiertos,
—¡Para ahogarlos! .
A Mer mas queso manchego.
—(ue vava Limón