LA LEY DEL AMOR 2973
tenido yo que hacer con él cuando tuvo dos novias” :Qué
padres los de hoy! Y que ellos no se acuerden que también
"hicieron lo suyo. Mira que asustarse de que su hijo hable
con una muchacha, cuando él iba todas las noches al Cómico
a ver “El arte de ser bonjta” y “La gatita blanca”. No llores,
hijo mío,
,
7 doña Adoralinda tocó el timbre que tenia siempre deba-
jo de la almohada,
Inmediatamente acudió la misipa doncella que habia es.
tado a punto de ser llamada, idiota.
“¿Qué manda la señora?-—preguntó.
Cue traigas un buen desayuno al señorito. Una tortilla do
Jamón, café con leche, mante quilla...
Al instante salió, no tardando en enívar nuevamente arrass
trando una mesilla, sobre la que había puesto un mantel blans
£o con el desayuno,
"Anda, hijo mio—Je dijo la abuela—, Toma tu desayuno y
Ño te acuerdes de nada, Si te ha echado tu padre ás la cale,
bienes la casa de tu abuela, que os la tuya.
—(Juizá venga esta, noche o mañana por aquí y le cuente
horrores de mi. :
"Que venga cuando quiora. Me gustaría que entrara ahora
Mismo. Y sabe que si estoy impedida de lóz mientbros no lo
Utoy de la leugua para cantarla las enarenta:
Arturito se estremeció, Habían toc ado el timbre de la
duerta de la calle,
“¿Quién Sora pl vieditó, airando $ la puerta con ojos des.
Orbitados. :
—Señora—dijo la muchacha—-, el señorito Hector,
Y se apartó para dar paso al señorito.
Me figuraba que estaba aquí este caballercte—expuso con
Y