LA LEY DEL-/AMOR
2747
—No obstante
s65a y al
vunque no sea mi mujer, está en puesto de
ella Y tenía que mirarme como a marido.
—Eso debía Ser, y sl no lo hace así, se expone a que el día
Menos pensado la ponga usted en el arroyo,
Interrumpióles un tamborileo dado en la madera de la
abrir, y entró Maravillas,
¿Qué hace mi marido? ¡Ay! ¡Qué
Puerta, José OPS a
Ty Qué ha
We ha echas lo!
Abrazóge a él y le ¿
Y en las me 11: as.
TiQué malo que eres! Ya es
ido un cuarto de hora más qu
mirada que
acarició, dándole palmadas en la frente
¡8 incomodado porque he tar-
e aye Y. y
que he tenido que
Salir con mi niña, y; se ha encontrado. en ¿a calle a un admi-
tador...
Sí; habrá sido uno de los USAN que tier
SEs lógico que los
ás aplaudidas d
le ita el
Bien sabes que no me interesan los
tu hija.
"Me es igual. . En fin hablemos de otra COS 2
MElablemos de lo que tú quieras,
“Pues hablaremos de La Algaba. En dicho pueblo hay ma-
Ma una tienta, a la que han invitado a mi hija
SY quieres ir tí, ¿no?
$, tel
aplausos. que le dan
SÍ; / Jero. quiero que me acomvañes tí para queno tengas
“log q > ningún hombre. Iremos. en ¡un auto Aliadado,
Mon un auto blindado? ¿Es aus vamos a, ir a la guerra?
No; pero si se de
ÍÑÉmanda un toro mos puede acometer si
tomamos precauciones.
Cro es tú que estoy tan inútil que.si nos acometiera un
Oro no lo podría. matar de un balazo?
¡ Lú no sabes lo bravos que son los miuras!