LUIS DE VAL
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Menos quería ir, al punto que más pudiera recordar
sus deventuras presentes, en rúdo contraste con su
pretéritas felicidades.
b2 Durante todo el camino, María, etrechamente abra
Sada a la que, legalmente, figuraba como su hija, no
pudo conciliar el sueño, pensando en lo que el azar le 0
de pararía en la gran urbe donde tantas cosas, buenas
Y malas, le habían ocurrido.
Y así, llena de preocupaciones y de miedo, que la
¿tormentaban y la quitaban el sosiego, la infortunada
mujer, llena de ajenas culpas, se vió de nuevo en la
Cápital de España.
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