Ella disculpóse con que se encontraba algo indispue
“Y en prueba de ello, se retiró a su habitación más
prano que de costumbre.
Necesitaba revestirse de energías para llevar a Ca
nuevo fingimiento que le imponían las circunstancias-
Callaría ; pero érale preciso tranquilizarse. A
“Aquella noche, sola en su cuarto, entregóse a las E
siones que le sugerían su presente y los recuerdos 444
pasado. :
- Pensó, como otras muchas veces, en su esposo, de!
su hija Florentina. o
—¿Qué pensarán de mí?- “preguntóse con amarga
¿Me odiarán acaso ? .. : E
Esta sola idea la desesperaba, porque no se creía Y]
edora a aquel odio. Sa ñ
—¡ Me estarán buscando ?—añadió. .
También era posible.
Y también la asustaba la sola posibilidad de que ta
contraran. / e J
Y, sin embargo, su situación tendría que resolversé]
gún día. e ll |
e No era, posible que continuase siempre de aquel Ls
—+¿ Cuál será'la solución ?—díjose.- » 0
Y entristecióse aún más. porque parecíale que enald
ra que fuese el desenlace del drama de su desventura, e
día ser satisfactorio.
Efectivamente; ella había procedido siguiendo los
tados de su corazón ; pero, ¿no tenía nada que repro!
por aquella conducta ? SS o
¿ Había obrado bien abandonando a su marido, eS d
a un hombre bueno, cariñoso y leal, que ninguna cul!
nía de aquella terrible jugarreta de la fatalidad ? ¿OP
conciencia Jejirdose de su hija, ru de un amor %