ise hubiera dejado abatir por la abversidad ; si, pobre
Píritu, se hubiese dado por vencido, su derrota húbiera
9 total y definitiva. E a
Buscó nuevos rumbos, asiéndose a la primera oportuni+
Que se le presentara ; y esa oportunidad le había pro-
Slonado otra, infinitamente más, prometedora. :
bh Quién sabe si ahora se le abrían los caminos de la for-
Con que señora vanamente al llegar a la isla de Cuba!
3 O tardaría en saber si sus esperanzas eran o no funda-
Mesta ocasión. E
CAPITULO XII
Buena colocación
1
.
y día siguiente, después de despedir a los cómicos, de
Que sintió separarse, porque habían sido para él muy
, 29505 y muy buenos, Ricardo encaminóse a casa de Hen- y
is Cual le recibió al punto en su lujoso despacho de las
las de su casa de banca.” :
Tenía sus habitaciones particulares en el piso princi-
“el mismo edificio, y comunicaba el despacho con ellas,
¿Ma escalerilla interior que nadie más que él utilizaba,
Clareth y era soltero, a pesar de sus años, y vivía con
Y confort ; pero a la.vez con ese desorden relativo, pro-
de la casa donde no hay una mujer que dirija y cuide
“Osas, poniendo en todo el orden debido. > e
“Caso un mal entendido egoismo, un tenaz deseo de in=