Y deja a los inteligentes lectores el cuidado de interpretal
- por sus acciones el carácter y la idiosincrasia de sus «crió?
turas». El desarrollo de los episodios de la presente histo”
ria revelará lo que cada cual sentía y pensaba. En ello es”.
triban el interés y la finalidad del relato.)
CAPITULO XXXIII
Propósitos regeneradores
Entró Domingo detrás de su amo en el despacho de *%
te último, el cual preguntóle: pa
Y «qué, ¿has terminado ya tus preparativos d
marcha ? Mp :
Sí, señor—respondió el mulato—, Aquí tiene usted
el pasaje directo hasta La Habana. de
Y se lo mostró, sacándolo de la cartera.
—Bien. ¿A qué hora sale el buque?
. Por la tarde. dd
- —Por la tarde precisamente tengo que ir a la fábricó?
Andrés me lo ha suplicado... Pero, en fin, de un modo *
otro, ya procuraré ir a despedirte. 1
- —A propósito de Andrés, señor : ¿no se burlará usté
de mí si le digo una cosa ? e E
Instintivamente, Santomá se puso en guardia. '
Aunque contaba con Domingo, había cosas en el m
to que no le habían gustado nunca. :
y .
—¿ Algo relativo a ese joven ?—interrogó. Santomá.
yla
1 A
1618 —