Con estas tentadoras promesas, tío y so-
dlútíno quedaron deslumbrados.
Rosario comprendió desde lusgo que su a-
lante trataba de deshacerse de aquella gen-
e con algún engaños
No era posible que de buena fe los admí-
tlese como socios en sy asuntoo
El recurso era peligroso, y la joven se
ISustóz pero no dijo nadas :
El sentencias no tuvo inconveniente al-
Uno en conducir a García a presencia del
Prisionero.
Pelegrín advirti5 a Rosario.
-Cuida de entretener al viejo, para que
0 38 ponga a escuchar lo que hablo con el
Moríto.»
1 “¿Y el joven? -preguntó ella.
! -Yo le alejaré de aquí. : :
él Dirigiéndose al Ratón, añadi6 en voz altaz
+Habías de hacerme un favore
-Manda -respondió Él.
o Aquí tienes dinero». Ve y compra algun
| da para que luego cenemos juntos, y mien-
bas cenamos os explicará el asunto.
Xx
o
_»
A...
e
sali6 presuroso.
qien sabído es que los chicos suelen ser
sconfíados por naturaleza»... sin embargo,
vw dice "le engañó como a un chino” ¡Y es
dad!
ros más desconfiados son, por lo común,
Ctimas de su desconfianza excesiva»
» :
[¡¿Probablemente, Pelegrín contaba en ello
ba llevar adelante su negocio con toda
Micidado :
- 1943