«Dios haga felíz a la pobre Soledad!
Acabó Andrés de desayunarse y eciads
a partíire
Despedíase cariñosamente de Graciela,
cuando llamaron a la puertas
Marcelina fue a abriro
Desde el comedor, los dos jóvenes oyeron
la niña exclamar alegrementes
-=3Angel!
Este fue para ellos un anuncio de quien
era el que llamaba»
-Llega tarde -dijo Andrés>», pero al fin
está aquí. lIbradías a Dios! Su presencia
consolará a Soledad más que todas nuestras
reflexioneso
Y salió a recibir a su amigos
Graciela salió tras élo
Angel eras, en efectos
R Estaba pálido y parecía da Lui he
Do
Desprendiéndose de Marcelina, que le aca-
riciaba, corrió a su dd y sin saludarle
siquiera, preguntóles
«¿Qué hay?
La misma hora intempestíva de su visita,
era una prueba de su inquieatude
De no ser así, no se habría presentado
cen la casita tan tempranos»
E Cono como conocía a a am ¡ei
. drés 10 que se impre esíionase d
si, como su pregunta pbriciada Jul
estaba al tanto de todo loa ocur
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